Conservacionistas/Pablo Vial Valdés

Este investigador trabaja en una guía sobre todas las variedades de abejas que hay en el país, para promover su cuidado y difundir los beneficios que traen a la agricultura y al medio ambiente.
POR Martín Torres Zuleta.

En Chile hay cerca de 450 tipos de abejas, pero a Pablo Vial (44) solo le bastó encontrar una para maravillarse. Tanto, que luego decidió dedicarse a investigarlas y fotografiarlas.

En su adolescencia, Vial partió a acampar a un valle de la zona central. Cuando llegó, instaló su carpa sobre la hojarasca. Luego, en la madrugada, un intenso zumbido lo despertó: sin querer, había tapado la entrada del nido de una Colletes seminitidus, una abeja silvestre, solitaria y gris. Quedó impresionado. Y luego vino la determinación.

Aunque laboralmente se desempeña como especialista en fauna vertebrada terrestre, Vial se declara autodidacta: no es entomólogo ni fotógrafo de profesión, y prefiere observar y entender en terreno antes que quedarse con la versión "oficial" de las cosas. Por lo mismo, el resto de su tiempo, cuando no está trabajando, lo dedica al estudio de las abejas, tanto endémicas como introducidas. Aunque esta labor es algo solitaria, una disciplina que requiere paciencia, concentración y hasta cierto grado de improvisación, Vial sabe que siempre debe estar atento.

 Desde 2007 es uno de los investigadores de campo de Abejas de Chile, una organización dedicada a la conservación de estos insectos. Y en este contexto se ha enfocado, específicamente, en observar y estudiar el comportamiento, la nidificación y la asociación floral de las abejas, pues sostiene que uno de los factores más influyentes en el estado de peligro en que se encuentran muchas especies es la ignorancia que hay en torno a ellas.


Para Vial, el asunto con las abejas va más allá de registrarlas: es imprescindible identificar su rol, sus costumbres, dónde habitan y -también- en qué época del año están más activas. Teniendo en cuenta estos últimos aspectos, su investigación se focaliza en tres ambientes: aquellos donde casi no hay intervención humana y las abejas se encuentran en buen estado de conservación; aquellos en un nivel intermedio de cuidado... y las zonas urbanas.


Gracias a todos los datos recolectados, Vial se encuentra trabajando en una guía completa y didáctica dedicada a todas las variedades de abejas nacionales, con el fin de armar un catálogo con información sobre el hábitat y el aporte específico de cada especie al medio ambiente.

 De esta manera pretende, entre otras cosas, aportar a la agricultura, porque dice que hay muchas especies particularmente útiles para la polinización de ciertos cultivos, lo que ayudaría a aumentar el rendimiento en estos procesos.De acuerdo a su trabajo, actualmente hay tres especies principalmente en peligro: la Centris moldenkei, la Centris tamarugalis y el abejorro Bombus dahlbomii.

Con este dato en cuenta, dice que para conservar la biodiversidad de las abejas es necesario evitar los monocultivos, y si se trata de una plantación forestal, lo más adecuado es respetar el terreno y ampliar las zonas de vegetación nativa, para que las abejas puedan moverse con mayor facilidad y lleven a cabo una buena polinización.


Actualmente, Vial lleva unas 200 especies de abejas revisadas en su guía y ahora, además, planea realizar un documental complementario, para que la experiencia de aprendizaje en torno a estas sea más didáctica.

Reportaje Revista Domingo El Mercurio bit.ly/ConservaciónAbejas

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